Ministerios
Proclamadores de la Palabra
Los primeros cristianos se reunían para escuchar la Palabra de Dios y desde el principio, ha habido personas encargadas para ello. La Instrucción del Misal Romano nos especifica más acerca del lector y su ministerio.
“El lector es instituido para proclamar las lecturas de la Sagrada Escritura, excepto el Evangelio. Puede también proponer las intenciones de la oración universal, y, en ausencia del salmista, proclamar el salmo responsorial.
En la celebración eucarística el lector tiene un ministerio propio (cfr. núms. 194 -198) que él debe ejercer por sí mismo. IGMR 99.”
“ En la procesión hacia el altar, en ausencia del diácono, el lector, vestido con la vestidura aprobada, puede llevar el Evangeliario un poco elevado, caso en el cual, antecede al sacerdote; de lo contrario, va con los otros ministros. IGMR 194.”
“Cuando hubiere llegado al altar, hace inclinación profunda con los demás. Si lleva el Evangeliario, se acerca al altar y coloca el Evangeliario sobre él. Después, juntamente con los otros ministros ocupa su lugar en el presbiterio. IGMR 195”
REUNIONES: Segundo Lunes del mes a las 7:30 pm
Ministros de la Eucaristia
MINISTROS EXTRAORDINARIOS DE LA EUCARISTIA
Un Ministro Extraordinario de la Sagrada Comunión es un laico o religioso que ha sido nombrado por el Obispo por un período de tiempo, o por un sacerdote para una ocasión singular para ayudar al sacerdote o diácono en la distribución de la Sagrada Comunión a todos los fieles en una manera razonable. Este ministerio laical fue establecido y conferido por la Iglesia mediante una bendición especial, conforme al rito litúrgico previsto para ello. Este ministerio conferido puede ser ejercido tanto por hombres como por mujeres (Cfr: Normas para La Distribución y Recepción de La Sagrada Comunión, no. 28, 29).
El Papa Juan Pablo II nos señala esto en su instrucción Domenicae Cenae:
“El tocar las Sagradas Especies, su distribución con las propias manos es un privilegio de los ordenados, que indica una participación activa en el ministerio de la Eucaristía. Es obvio que la Iglesia puede conceder esa facultad a personas que no son ni sacerdotes ni diáconos, como son tanto los acólitos, en preparación para sus futuras ordenaciones, como otros laicos, que la han recibido por una justa necesidad, pero siempre después de una adecuada preparación. (Juan Pablo II, Domenicae Cenae, 11)”
REUNIONES: Ultimo Viernes del mes a las 7:30 pm
MINISTROS DE HOSPITALIDAD
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón como para el Señor y no para los hombres…. porque a Cristo el Señor servís.
Los Ujieres y los Ministros de Bienvenida son llamados Ministros de Hospitalidad. A ellos se les confía promover un sentido de bienvenida y pertenencia a todos los fieles reunidos para la liturgia. Ellos son el primer punto de contacto para la celebración comunal de la Liturgia, y por eso, deben tomar medidas especiales para ser vivos representantes de la Declaración de la Misión Parroquial.
Los Ministros de Hospitalidad ministran a la comunidad entera en un modo muy activo, liberando a cada persona de sus propios impedimentos personales para la Misa, por medio de una atmósfera de bienvenida. Los ministros de hospitalidad desempeñan un papel activo habilitando a cada persona para llegar a una expresión más libre de Dios en la Liturgia.
REUNIONES: Primer Viernes del mes a las 7:30 pm